La hora de la Naturaleza
La variedad de alimentos que comemos, el aire que respiramos, el agua que bebemos y el clima que hace posible nuestra vida en el planeta, no existirían sin los servicios de la naturaleza.
A pesar de todos los beneficios que nos brinda nuestra naturaleza, todavía la maltratamos sin hacer caso de las advertencias que se nos hacen, como la del "AMIGO FÉLIX" hace 47 años - con la tele en blanco y negro- en su famosa profecía sobre lo que ahora llamamos "los mares de plástico"
Cuando ahora hace 40 años que nos dejó, le queremos modestamente recordar a raíz del DIA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE dedicado este año a la BIODIVERSIDAD que acabamos de estudiar y que tanto fomentó.
Cuando animales como el lobo, su gran amigo, eran considerados como bestias, él, Félix Rodríguez de la Fuente, fue el pionero sembrador de conciencia ecológica en un país que consideraba alimañas a sus joyas faunísticas, que desecaba sus lagunas, que arrancaba la piel a sus montes.
Nos dejó espíritu imborrable a todos niños que corríamos a sentarnos delante del televisor cuando se escuchaba la mítica tonadilla de «El hombre y la Tierra» y que ha perdurado hasta hoy en día.
Aprendimos a amar rincones naturales de todo el país (y de todo el mundo) como si estuvieran a nuestro lado por la pasión comunicadora de sus grabaciones.
Fue el artífice de que especies en peligro de extinción como el lince ibérico haya podido ser recuperado, entre otras.
Ahora lo veis en el zoo de Madrid con un par de lobeznos y un halcón peregrino en su hombro y un osezno pardo, símbolos de su pasión por la conservación de especies autóctonas, de la defensa de los felinos y las rapaces. Y en muchos pueblos y ciudades de todo el país, incluido su natal burgalés Poza de la Sal. También habréis oido la famosa canción interpretada por Enrique y Ana para él. https://www.youtube.com/watch?v=vlwbB8t2WGA
Félix ha sido reconocido naturalista universal por su influencia conservacional del medio ambiente en muchos paises a través de sus grabaciones y obras impresas. Por ejemplo, la empresa de aerolíneas noruega, norwegian, lleva en el timón de sus aviones su efigie de personaje importante del siglo XX
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